Si hay una historia sin final en el deporte patrio, ese es el de las elecciones de la Federación Española de Fútbol (RFEF). Al igual que en el resto de federaciones deportivas (salvo las de invierno), debían haberse celebrado en el año 2016 (en año olímpico), pero una serie de deficiencias, más o menos involuntarias, en el Reglamento Electoral de dicha federación, han provocado que aún hoy, a finales de enero de 2017, no se sepa cuándo van a tener lugar esos comicios.
Por el camino, y seguramente tocados por esta “guerra”, han quedado todo un Secretario de Estado, el Presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, y uno de los posibles candidatos a la RFEF, Miguel Galán. ¿Serán los últimos “cadáveres”?
Por el camino, también, la aspiración de Villar de presidir la UEFA.
Más de doce meses de idas y venidas, de recursos, resoluciones e impugnaciones, de denuncias y reuniones, de acuerdos y traiciones, y lo único cierto es que estamos como al principio (si no peor), y que Ángel María Villar sigue siendo el presidente de la RFEF. Desde hace más de 28 años.
«Juego de tronos»
Ni siquiera la capacidad negociadora del nuevo Secretario de Estado para el Deporte, José Ramón Lete, vasco como Villar, ha podido acabar, de momento, con el desaguisado. Lo que un día parecía blanco, al día siguiente volvió a ser rojo. El nuevo Reglamento electoral RFEF no cumple con la normativa (ya lo sabían), el pulso sigue. Las huestes de Villar saben moverse en este campo de batalla; saben usar, y abusar, del derecho, saben retorcer las normas, estirarlas, esconderlas, hasta convertir un sencillo expediente en una historia sin final. Al menos de momento.
Villar trata de eludir denuncias varias, devuelve subvenciones millonarias no justificadas, aprieta a los clubes pequeños al no convocar Asamblea sobre el reparto de los derechos de TV, todo tratando de regatear su rival más temible en la lucha por renovar en el cargo: la inhabilitación.
Jorge Pérez, antaño subordinado de Villar en su cargo de Secretario de la RFEF y llamado a ser su heredero, espera en la grada, mientras ve lejano el sillón que, salvo sorpresa, finalmente no cambiará de inquilino.
Spain is different, o el fútbol es así.
Seguiremos informando…
(Foto original del Facebook de la Real Federación Española de Fútbol)